viernes, 8 de junio de 2012



lagartija

Se desnuda el día, los primeros rayos cubren lentamente un campo muerto de sed y de vida. A medida que la brisa de la mañana gana posiciones se aprecia un movimiento a lo lejos, a ras del terreno áspero y duro …
Algo con forma de huevo con sus movimientos torpes e impredecibles, hace sospechar que hay vida dentro de él. Al poco, con un ansia tremenda, queriendo descubrir qué hay fuera, se aprecian unas garras asomando el blanco cascarón, instantes después el cascarón rompe... Una preciosa lagartija con un semblante de nobleza, comienza a desfilar, como si estuviera esperando las aclamaciones de sus súbditos. Lástima ... los únicos asistentes a la ceremonia eran unas trabajadoras y madrugadoras hormigas que se disponían a comenzar su tarea, que sorprendidas cuchicheaban y reían entre ellas, viendo la escena, eso sí, mientras realizaban sus trabajos de la jornada.
La Lagartija desorientada no entendía nada, y aturdida por su extraña acogida, comenzó su andadura caminando sin rumbo y sin saber por qué.
Pasó un tiempo, años, quizás, y siempre recordaban las hormigas los aires de grandeza, de aquella pequeña lagartija … pero fue un día cualquiera cuando de repente parecía que el día se oscurecía, que había comenzado quizá la batalla final de los vientos del Norte contra los vientos del Sur, el aire podía con todo, un tremendo rugido mandaba callar al silencio … de la nada , y suspendida en el aire, qué grandioso … es la figura de un Dragón hermoso, nunca habían visto nada igual, pero rápidamente las hormigas reconocieron aquella belleza suspendida con sus alas, era La Lagartija convertida en un adulto Dragón. Una vez que encontró a sus amigas las hormigas, agachó su enorme cabeza y con una grave pero inolvidable voz les dijo … LOS DIOSES ME HICIERON PEQUEÑA PORQUE ME RESERVABAN ALGO GRANDE, ÉSTE ES MI REINO Y YO VUESTRA REINA.

Pedro del Barrio

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