miércoles, 2 de mayo de 2012



Otro relato sobre el grabado "Uno de estos días de fuga" que por lo que parece es uno de los que más inspiran.

Este ha sido escrito diréctamente en el cuaderno durante la exposición en el Ricote de la Peña de Francia. Va firmado por David. Así que gracias David.


Le dije que me acompañase.
Que la luna sonreía luz esa noche, y que todo estaba bañado en plata.
(Me miró con reticencia)
Le medio convencí diciéndole que mientras esperábamos en el promontorio podríamos charlar de todo lo que teníamos pendiente.
Y finalmente nos sentamos en el borde dejando las piernas colgando, hablando de temas improvisados.
Esa noche no corría ni una brizna de aire, por lo que no fue necesario ponernos las chaquetas, ni abrazarnos, simplemente agarrarnos de la mano y esperar.
(El viento me hubiese puesto un poco molesto)
Y así, con la mirada esperando en lontananza recobramos la juventud de los recuerdos de los tiempos tranquilos.

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